Dr. Hugo A. Gallo
La Plata - Argentina

Cría y Reproducción

I) Preparación y precauciones

Los Carassius alcanzan sus condiciones de procrear a los 9 a 11 meses de edad (es decir, su segundo verano). Su vida sexual puede extenderse hasta los 6 u 8 años, siendo el mejor período el que abarca desde los 3 a los 4 años, para el macho, y desde los 2 a 3 años para la hembra. Sin embargo, esto ha sido cuestionado por algunos criadores, que han obtenido perfectas crías con peces de hasta 14 años de edad, arguyendo que lo realmente importante no es la edad del pez, sino su estado físico.

La época del año más adecuada para efectuar la reproducción, es en agosto-setiembre en nuestro hemisferio, o sea al comenzar la primavera, pero es posible adelantarla a junio-julio, si se suministra una adecuada temperatura. El proceso se prolonga hasta febrero o marzo, aunque es preferible no pasar de noviembre, para que el desarrollo de los alevinos se realice, luego, en las mejores condiciones antes de entrar en el próximo invierno, Los elementos desencadenantes del acto sexual son el aumento de la intensidad de la luz solar y de la duración del día, así como la elevación de la temperatura del agua, en la primavera.

Los peces elegidos para realizar la reproducción, deben ser preparados ya desde el otoño, sometiéndolos a una fuerte alimentación previa, preferentemente "viva". Puede optarse por suministrar una comida "seca" y dos "vivas" por día. Dado que estas últimas producen cierto estado de constipación, es conveniente agregarle un poco de agar-agar. Se considera que los Carassius requieren el 16% del peso del cuerpo en alimentos al comenzar la época de la cría. Durante los meses de invierno, conviene someter a los peces a una temperatura más bien baja, pues la experiencia demuestra que la reproducción se realiza, luego, en las mejores condiciones.

Deberán elegirse peces con un cuerpo de unos 6 cm. de largo como mínimo, aunque el tamaño no influye en la calidad de 1a cría, pero sí en la cantidad.

Un par de Carassius puede ser apareado, para la reproducción, en un tanque de 60 X 40 X,30 cm., lo que representa un contenido de aproximadamente 70 litros de agua. No es conveniente el empleo de una pecera más grande, pues el esperma lanzado por el macho tendrá que recorrer largas distancias para alcanzar a los huevos y fer tilizarlos, por lo que muchos de ellos quedarían estériles. Como base, debe tomarse 20 litros de agua por pez, como mínimo.

Cuando se llega al final del invierno, es conveniente disponer un tabique de vidrio en la mitad de la pecera, dividiéndola en dos partes, dentro de cada una de las cuales se colocará a uno de los dos integrantes de la pareja. Esta división no deberá colocarse muy tarde, pues la presencia del macho puede provocar un desove prematuro de la hembra, en una época no conveniente.

La colocación de los peces en el tanque deberá efectuarse después de haberlos sometido a la inmersión en una solución suave (rosada) de permanganato de potasio, durante 3 horas. Este mismo tratamiento deberá repetirse a los 5 días.

La iluminación deberá ser débil, siendo conveniente que el tanque reciba los prime ros rayos del sol por la mañana. Si se opta por la elección del "método de varios machos y una o dos hembras", entonces la capacidad del tanque no deberá ser menor de 100 litros, manteniendo siempre una altura de 30 cm, porque así se obtiene un mayor porcentaje de huevos fertilizados. Este método de varios machos, no deberá utilizarse, desde luego, cuando lo que se desea es efectuar una buena selección, puesto que no permite determinar cuál es el padre de cada ejemplar criado. Si se insiste en emplear este método, entonces lo mejor es colocar 4 machos y 6 hembras si los peces son jóvenes. Si se trata de peces viejos, entonces el número de hembras tendrá que reducirse a la mitad. Matsubara, en su famosa monografía sobre la cría de los peces dorados en el Japón (1908), recomienda colocar dos hembras y tres machos. Si se utiliza la técnica masiva (más de cinco ejemplares) entonces habrá que colocar 50 % de cada sexo.

El fondo de la pecera deberá estar totalmente libre de arena, piedras o cualquier elemento que pudiere dañar el cuerpo de los animales, durante el cortejo amoroso.
 

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