El "agua vieja", o sea el agua de acuario bien acondicionada, sin productos tóxicos, ha demostrado poseer propiedades muy apreciadas por los acuaristas, desde muchos años atrás. Así, W. C. ALLEE (profesor de zoología de la Universidad de Chicago) ha establecido que los Carassius criados en agua previamente habitada por otros peces, crecen mucho mejor.
La altura del agua deberá ser de 25-30 cm., aproximadamente. Con una altura mayor, los alevinos, al nacer, no podrían ascender y quedarían siempre en el fondo.
Se repondrá, diariamente, el agua que se ha evaporado, utilizando para ello agua destilada, de igual temperatura (o bien ligeramente más elevada). Cada semana se cambiará un 20 % del agua por igual cantidad de agua fresca, depositada 48 horas.
A pesar de las grandes ventajas del agua estacionada, la mayor parte de los acuaristas profesionales utilizan el procedimiento de la circulación lenta del agua.
La aireación es siempre beneficiosa, pero no debe ser muy intensa,
porque el Carassius no lo tolera, debido a la inflamación de los
pequeños capilares de las branquias y los problemas respiratorios
consiguientes.