En algunos textos se recomienda no colocar plantas en el acuario para Carassius y, cuanto más, dejar flotando algunas Elodeas. Sin embargo, otros entienden que no debe ser así porque -en realidad- el acuario para estos peces requiere muchas plantas pues, como ya hemos dicho en otra página, los Carassius suministran gran cantidad de detritus. En consecuencia, se requieren elementos que absorban los productos de la descomposición de estas materias orgánicas (nitratos, etc.) y, en este sentido, las plantas cumplen a la perfección tal función, pues por su proceso de fotosíntesis incorporan estos materiales, para producir la síntesis de las materias proteicas, grasas e hidratos de carbono.
Es obvio que las plantas que mejor realizan esta función son las que deberían elegirse, por lo que habrá que preferir las de crecimiento rápido, pues esta característica indica que el proceso de asimilación es intenso.
Claro está que esta característica no es suficiente por sí sola y que, además, las plantas elegidas deberán desarrollarse adecuadamente a la temperatura que deberán soportar, así como el valor de dureza y ph requeridos por el agua que es adecuada para la vida de los Carassius.
Las plantas que cumplen con este requisito son las siguientes:
Acorus.
Coratophyllum submersum: se desarraiga fácilmente.
Cabomba: se desarraiga fácilmente y dada su fragilidad el Carassius
la rompe en pedazos al picotearla. Se incorpora a su dieta vegetal. Requiere
media luz.
Elatina macropoda.
Elodea: buena si está a la sombra; es frágil; crecimiento
rápido pero constituye una planta de corta duración, pues
prefiere aguas duras).
Fontinalis antypiretica (es una de las mejores).
Hydrilla verticilata.
Lysimachia nummularia.
Myriophyllum verticilatum, o spicatum: se desarrollan rápidamente).
Vallisneria Spiralis.
Saggitaria.
Ludwigia.
Bacopa.
Como planta de adorno, pueden colocarse algunas variedades de Aponogeton, que también son de crecimiento lento, tienen la virtud de tener hojas muy fuertes. De las plantas de superficie, la Lemna (lenteja de agua) parece ser preferida a la Salvinia y, de hecho, el Carassius gusta picotear la raíz de esta pequeña y simpática planta, que se propaga tanto que es necesario controlar su cantidad, para que no entorpezca la absorción de oxígeno por parte del agua.
Para reducir la intensidad luminosa puede emplearse, asimismo, la Riccia fluitans que no posee raíz y que, con mucho sol, forma burbujas de oxígeno que retiene largo tiempo en su masa. Crece muy rápidamente.
La Eichorna crassipes (camalote) no es apta para acuarios interiores, sino para estanques. Muere en invierno.
Tampoco la Azolla filiculoides y la Pistia stratiotes (lechuga del agua) son aptas para acuarios interiores.
El exceso de vegetación es peligroso, especialmente si hay mucha
luz, pues el proceso de síntesis clorofílica será
acelerado y no existiendo suficiente cantidad de anhídrido carbónico
para ello, será separado de los bicarbonatos, los que se transformarán
en carbonatos insolubles. Como la dureza depende de las sales solubles,
se reducirá, o sea que el agua se tornará muy blanda.
Al mismo tiempo, el pH se elevará, pudiendo llegarse al caso
extremo denominado "alcalosis".